QUIEN ENSAYA LO ABSURDO CONSIGUE LO IMPOSIBLE (Unamuno)

domingo, 11 de octubre de 2015

Carta a Ramiro

Ramiro Beltrán
Silencio en el Monlleó. 

Silencio respetuoso sólo quebrado cuando el viento, poderoso, resbala por la enorme piedra en la que está cincelado tu nombre.

La Virgen de la Estrella te cuida y, desde lo alto de la portalada de la iglesia, observa paciente. Vigila que nunca falte una flor, ni una piedra que sustente ese humilde homenaje que te rindieron tus amigos de la montaña. Cientos de piedras exquisitamente colocadas se extienden alrededor de tu nombre. Puestas con paciencia, sin prisas, con el sosiego de quien, tras horas de duro camino, llega a lo alto del valle y avista el cauce del río, el puente, la iglesia, la escuela…

Cruzamos el lecho del río atravesando el puente. Nos sentamos en la fuente, debajo de las ventanas de la vieja escuela. Cerramos los ojos. Te vemos charlando con Sinforosa y Martín sonriendo, disfrutando…

Te percibimos por todos los rincones que vamos recorriendo y reviviendo. ¡Cuántos recuerdos!

El tiempo se para. No hay prisa. La Estrella sabe esperar…

La Virgen te llora, sabe que gente como tú ya no queda. Discreto, paciente, humilde, amigo de tus amigos. Nunca un mal gesto. Nunca una mala palabra.

Ramiro, la Estrella no te olvida. Ni Martín, ni Sinforosa… 

Tus amigos tampoco. 











martes, 24 de febrero de 2015

Gallofas peperas

Gallofa se llamaba en la literatura clásica al hueso roído o mendrugo de pan mohoso o troncho de berza podrida que se entregaba al mendigo a modo de desmayada limosna. Y, más que entregarse, se arrojaba desde cierta distancia, pues no convenía acercarse en demasía al mendigo, que tal vez escondiera entre los harapos alguna buba o escrófula purulenta. De este modo, a la vez que acallaba su mala conciencia, el reticente benefactor evitaba el contagio. 
 
A modo de gallofa, el Gobierno pepero ha arrojado a su electorado más zombi el hueso roído de una grotesca restricción que impediría a las menores de edad abortar sin el consentimiento de sus papaítos. Lo ha hecho, además, de la forma más desganada posible, disimulando a duras penas el tedio y la repugnancia que le provoca ese electorado zombi (¡ultracatólicos casposos!) al que, de buena gana, mandaría a tomar por retambufa; pero al que tiene que seguir camelando y dando pomada, para evitar desgarros. Además, esta vez el Gobierno no se ha conformado con arrojar la gallofa guardando una distancia prudencial por temor al contagio, sino que ha mandado como recaderos a sus diputados, pues la gallofa estaba tan podre que temía que su fetidez se le quedase prendida indeleblemente de las ropas, impidiéndole luego desenvolverse en sociedad y pavonearse ante su electorado más molón y moderno. ¡Ay, los sacrificios que los peperos tienen que hacer por esos ultracatólicos casposos! Y encima, los muy ingratos, no se los agradecen; y hasta hay algunos que, hartos de gallofas tan podres, ni siquiera doblan el espinazo para recogerlas. ¿Dónde se ha visto tamaña desfachatez? 
 
Pero, aunque esos ingratos no recojan los huesos roídos y mendrugos mohosos que les arrojan, los peperos podrán caminar con la cabeza bien alta. Pues nadie podrá acusarlos de no haber cumplido con su papel, que no era otro sino engañar a su electorado más zombi, haciéndole creer que iban a derogar la ley del Aborto, cuando de lo que se trataba era de consolidarla, según la misión que –Balmes dixit– la dinámica revolucionaria ha asignado a los partidos conservadores, que no es otra sino «conservar» los intereses creados de la revolución. A la revolución del mundialismo le interesaba mucho que los peperos arrojasen esta última gallofa podre a su electorado más zombi, por una razón bien sencilla: una ley que permite abortar alegremente a las menores puede resultar demasiado brutal para las conciencias farisaicas; en cambio, una ley que exige a las menores consentimiento de los papaítos, además de tranquilizar las conciencias farisaicas, refuerza la consideración del aborto como acto de disposición de la voluntad, que sólo exige para poder realizarse plena capacidad legal o, en su defecto, una autorización de los papaítos que la supla, como comprarse un piso o abrir una cuenta bancaria. Mediante esta gallofa, se contribuye a la normalización del aborto como «derecho civil» y al eclipse de la conciencia, que ya no es capaz de enjuiciar la naturaleza criminal del aborto, sino que se conforma con imponer grotescos requisitos de capacidad legal a la mujer que lo perpetra; consecuencia inevitable de considerar el aborto una «tragedia para la mujer» (como tanto gustan de repetir los zombis), en lugar de un crimen contra la vida más inerme. La revolución mundialista no podrá decir que los peperos no han cumplido con ardor la misión que les ha sido asignada.
 
Quejarse ahora de que la gallofa está podre es como llorar ante la leche derramada. ¡Conque a doblar el espinazo y a recogerla agradecidamente, leñe, que las elecciones están a la vuelta de la esquina y vienen los podemonios!
 

sábado, 3 de enero de 2015

martes, 23 de diciembre de 2014

martes, 9 de diciembre de 2014

Salvatore

Maria y Salvatore se aman, pero viven en la Italia de hoy, donde si te quedas embarazada en un periodo de crisis tu compañera en la fábrica hace de espía con tu jefe, que podría preferir a una mujer más joven que no se ausente por maternidad.


Abramos un debate en serio sobre el aborto.

Mujeres que pierden el trabajo, adolescentes abandonadas a sí mismas, inmigrantes, familias con pocos recursos, bebés que vienen con enfermedades, médicos que temen demandas... ¿Es el aborto una decisión libre de verdad?¿Tu qué opinas?

lunes, 27 de octubre de 2014

Cada vida importa/Madrid 2014 (Por la vida, la mujer y la maternidad)



Se convoca a todos los ciudadanos de Castellón a manifestarse en Madrid el próximo 22 de noviembre de 2014 a favor de la vida, la mujer y la maternidad y pedir al Presidente del Gobierno y al Partido Popular la abolición del aborto y la aprobación una ley de protección de la maternidad.

Infórmate AQUÍ.

PROVIDA CASTELLÓN tiene en proyecto organizar una salida desde Castellón, en autobús, a la manifestación del 22N.

Se puede contactar con ellos para reservar plaza a través de providacastellon@hotmail.com o del teléfono 638 10 63 82.