Nueve menos cuarto... y mientras bostezo,
me desperezo... y cambio de postura.
Un cuesco envenenado, un sueño inacabado
y ganas de mear... se me pone dura.
Con cierta desgana... me quito las legañas,
mientras me incorporo... maldigo la mañana.
Con suma pereza me dirijo al baño,
me paro ante el espejo y le brindo una mueca.
Echo una meada, lo salpico todo...
eso es lo de menos, me vuelvo a la cama.
Hoy no me levanto, ya no me hace falta,
hoy que quedo solo, hoy me quedo en casa.
Herido de muerte -el despertador-,
roto en mil pedazos, como el corazón
que late en mi pecho, ebrio de dolor,
ya casi deshecho... insatisfacción.
Dos cuarenta y cinco... me enciendo un cigarro,
abro la nevera... a ver si pillo algo.
Escupo en la pica, es verde y viscoso,
otra caladita, me sueno los mocos.
Miro la despensa... huérfana y desierta,
apenas cuatro latas, me alimento de mierda.
Cervecita fría... del supermercado,
estaba de oferta, es mala del carajo.
Sentado en el retrete... me fumo otro cigarro,
y entonces me doy cuenta, cuando ya he terminado,
que no queda papel en el cuarto de baño,
no queda más remedio... me limpio con la mano.
Tirado en el sofá... apuro otro cigarro,
de los que dan la risa, y juego con el mando
de la televisión, "pa" ver lo que están dando...
¿Y las "Torres Gemelas"? ¿Quién se las ha llevado?
Nueve menos veinte... no me queda tabaco,
me asomo a la ventana y me rasco el sobaco...
¿Por qué tanta mentira? ¿Por qué todo es tan falso?
¿Por qué suben el "rubio", si el "negro" no lo aguanto?
Me bajo a la calle... a ver si no ha cerrado
el bar que hay en la esquina, donde el supermercado.
No quedan casi tapas y el pan se ha terminado...
un "Terry" a palo seco y me compro tabaco
Son las once en punto... y no lo veo claro,
me como la cabeza... igual yo soy el raro.
Pero es que no lo entiendo, ni puedo soportarlo,
te giras un momento... y ya te la han clavado.
Doce menos cuarto... y mientras bostezo,
me desperezo... y cambio de postura.
Un sueño envenenado, un cuesco inacabado...
Y HARTO DE FUMAR... se me pone dura.
Esta letra la escribí por encargo. Coincidió en el tiempo con el 11-S, en una época en la que escuchaba mucho "Extremoduro" y creo ver ahora que el espíritu de Robe Iniesta está presente de alguna manera. Ahora no lo recuerdo, pero no hay duda que el día que la escribí no estaba de humor. Nihilismo puro y duro, reminiscencia del misántropo que fui.
