Yo también fui presa, en un principio, lo confieso,
de esa ingenuidad que desprendías, si me apuras, en exceso.
Yo te abrí mi corazón, de par en par, quizá fui un necio,
y lo reconozco, pese a todo, eres digna de mi aprecio.
Candoroso ser angelical, muchas veces caprichoso,
innegable es tu belleza, pero no sin par, con un culo generoso.
De sonrisa franca, con reflejos de inocencia, seductora,
a menudo lisonjera, con astucia, siempre tan encantadora.
Rústica Princesa, vives en un cuento...el que tú me cuentas,
baja de esa nube, sé que sabes donde pisas...no me mientas.
Noble corazón, capaz de lo mejor, con doble fondo,
donde escondes la doblez, que a veces dejas ver, en lo más hondo.
Espontánea, en ocasiones, como un soplo de aire fresco,
encandilas a la gente, y de tu mano comen presto.
Presumida...sí lo eres, y hasta puede que lo entienda,
siempre juegas a dos bandas, sin propósito de enmienda.
Nada al azar, eso sospecho, corrígeme si es o no cierto;
sabes llorar para mamar, contados los pasos, con mucho acierto.
Para trepar, no sueles dudar, todos te ayudan, sin excepciones;
es de admirar, verte ganar su voluntad, sin condiciones.
Vástago unigénito, con cierta tendencia a la exageración,
muñequita histérica, sacándole partido a cada situación.
Tu objetivo está en la cima...y hasta el más listo tropieza,
puede resultar embarazoso cierto tipo de torpeza.
BUENA SOMBRA TE COBIJA...
SIEMPRE AL SOL QUE MAS CALIENTA...
NAVEGANDO ENTRE DOS AGUAS...
NO TE PILLE LA TORMENTA.
