“Muerto pero mío”- No cesaba de repetir una y otra vez. Esperaba, supongo, recibir algo de consuelo que amortiguara el enorme dolor que sentía tras la muerte de Pere.
Desde que nos conociéramos un año antes, siempre tuve la sensación de que alguien me lo arrebataría. Pero confundí al enemigo...
Le otorgué forma de mujer y fue la mala suerte la que se lo llevó por delante.
Ahora estaba vacía.
Sólo me quedaba una frase: "Muerto pero mío".
Para cualquiera sería poca cosa, para mí lo era todo.
Jamás iba a poder nadie arrebatarme la exclusividad de ese enorme dolor.
Autora: La Bego
1 comentario:
bon microrrelat del fixatge Bego.
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