QUIEN ENSAYA LO ABSURDO CONSIGUE LO IMPOSIBLE (Unamuno)

lunes, 30 de abril de 2012

Familia y trabajo

La festividad de San José Obrero, instituida por Pío XII, nos viene de perlas para reflexionar sobre la íntima conexión existente entre familia y trabajo. Desde hace algunos años, recibo desde ciertos ámbitos (seudo)católicos reproches por tratar en mis artículos asuntos de orden económico; y exhortaciones a tratar cuestiones de orden moral. Pero, como nos recordaba Pío XI (Quadragesimo Anno, 42), «aun cuando la economía y la disciplina moral, cada cual en su ámbito, tienen principios propios, es erróneo que el orden económico y el moral estén distanciados y ajenos entre sí»; y Juan XXIII (Mater et Magistra, 222) insistía en lo mismo, afirmando que «la doctrina social de la Iglesia es inseparable de la doctrina que la misma enseña sobre la vida humana». Y es que, en efecto, poco sentido tendría defender la vida y la familia si al mismo tiempo no se defendiera una concepción del trabajo que permita a las personas criar dignamente a sus hijos y cuidar de sus familias; pues el trabajo, según nos recordaba Juan Pablo II, «es una condición para hacer posible la fundación de una familia» (Laborem Exercens,10). Que hoy se puedan denunciar las lacras que destruyen la familia sin denunciar al mismo tiempo las relaciones económicas inicuas nos demuestra que —como ya nos advirtiera Chesterton— las viejas virtudes cristianas se han vuelto locas.

Esta íntima conexión entre familia y trabajo la recordaba Pío XI, al afirmar (Quadragesimo Anno, 71) que al trabajador «hay que fijarle una remuneración que alcance a cubrir el sustento suyo y el de su familia»; y Juan Pablo II llegaba todavía más lejos (Laborem Exercens, 19), abogando por la introducción del «salario familiar», o en su defecto de subsidios y ayudas a la madre que se dedica exclusivamente a la familia. Y, puesto que la tendencia ha sido exactamente la contraria (es decir, salarios de miseria que apenas si sirven para mantener a quien lo percibe, obligando a los demás miembros de su familia a trabajar a su vez, a cambio de otros salarios de miseria), hemos de concluir que las relaciones laborales existentes son las que primeramente conspiran contra la unidad familiar, obligando a cada uno de sus miembros a ganarse malamente el sustento fuera de su casa; y las que, consecuentemente, fomentan el divorcio y la baja natalidad (con su inevitable secuela de abortos a troche y moche), al ligar la percepción de un salario a la subsistencia puramente individual, nunca a la cobertura de las necesidades familiares. Así, puede concluir Pío XI (Quadragesimo Anno, 132) que las «bajas pasiones» que han favorecido estas relaciones laborales inicuas son «raíz y origen de esta descristianización del orden social y económico, así como de la apostasía de gran parte de los trabajadores que de ella se deriva».

La restauración de un orden social y económico cristiano sólo podrá lograrse, nos recuerdan incansablemente los Papas, a través de una «reforma de las costumbres». Pero tal reforma debe realizarse en un doble plano, personal e institucional: pues de poco vale que las personas se esfuercen en formar familias cristianas si las instituciones jurídicas y políticas favorecen unas relaciones económicas descristianizadas, fomentando un régimen de trabajo que «crea obstáculos a la unión y a la intimidad familiar» (Quadragesimo Anno, 135). Denunciar una doctrina económica apartada de la verdadera ley moral es, en fin, tan obligatorio para un católico como denunciar las agresiones a la familia; entre otras razones porque ambas denuncias son la misma. A no ser, claro está, que queramos convertirnos en católicos esquizofrénicos que enarbolan virtudes que se han vuelto locas. Que San José Obrero nos libre de esa tentación.

Autor: Juan Manuel de Prada


domingo, 29 de abril de 2012

Mateo 5:11-12

Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.


martes, 24 de abril de 2012

24 de abril 2012: CIX aniversario del nacimiento de José Antonio

"Ni en la derecha ni en la izquierda está el remedio. La victoria de cualquiera de las dos implica la derrota y la humillación de la otra. No puede haber vida nacional en una Patria escindida en dos mitades inconciliables..."
José Antonio, noviembre, 1934





ORACIÓN A JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

José Antonio, ¡Maestro!... ¿En qué lucero,
en qué sol, en qué estrella peregrina
montas la guardia? Cuando a la divina
bóveda miro, tu respuesta espero.

Toda belleza fue tu vida clara.
Sublime entendimiento, ánimo fuerte,
y en pleno ardor triunfal, temprana muerte
porque la juventud no te faltara.

Háblanos tú… de tu perfecta gloria
hoy nos enturbia la lección el llanto;
mas ya el sagrado nimbo te acompaña

y en la portada de su nueva historia
la Patria inscribe ya tu nombre santo…
¡José Antonio! ¡Presente! ¡Arriba España!

MANUEL MACHADO
(Tomado de Corona de Sonetos...)

viernes, 13 de abril de 2012

La frustrada esperanza del 14 de abril

El 14 de abril de 1931 se implantó la República en España. No puede negarse que, casi anulando la melancolía con que no pocos vieron caer el régimen monárquico secular, se extendió por España un júbilo lleno de esperanzas.

Las esperanzas, de seguro, hallaban su clave en esto: la República iba a ser el régimen nacional, de todos, bajo cuyo signo se llevara a cabo la revolución anhelada durante años y años.

Es innegable que la vida de muchos españoles resultaba -y resulta- inhumana: Andalucía y otras tierras nuestras conocen la angustia de esas existencias sin sueños, ni dulzura , ni arraigo; de esas existencias de los braceros que ganan al año setenta míseros jornales, y a quienes el hambre y la ferocidad acorralan durante los largos días de ocio.

La República prometía remediar todo eso sin saña y sin odio, segura de sí misma. Hubiera sido un bello alarde de exactitud el de podar y aun sajar sin que un solo golpe fuera dirigido por ánimo de represalia, sino por un sentido justiciero de servicio patrio, de comunidad popular de destino.

Los gobernantes de la República se las arreglaron para hacerla pronto inhospitalaria. Lo que pudo ser un régimen nacional fue achicado por sus guardianes hasta trocarlo en régimen de secta.

Fue puesto en uso, como casacón apolillado, al que se acudía a falta de mejor ropa, el más rancio anticlericalismo. Y, lo que es aún peor, se empezó a pagar con trozos de España, traicionando la voz de lo nacional, servicios prestados a la secta.

La que iba a ser República de todos los españoles ya estaba casi reducida a República de antiespañoles

(José Antonio. "La República de orden", "F.E.", 12 de abril de 1934)

Manifiesto por la Defensa Social

LA SOCIEDAD ESTÁ SIENDO ATACADA
La sociedad española está siendo víctima del ataque de los poderes económicos. Organismos nacionales e internacionales y grandes empresas, tanto nacionales como extranjeras, acosan al pueblo español intentando reducir sus niveles de bienestar. Pretenden destruir un patrimonio social que abarcaba hasta ahora –aún con sus grandes deficiencias- al conjunto de la sociedad y que proporcionaba a la mayor parte de los españoles los servicios y medios fundamentales para llevar una vida digna: sanidad, educación, pensiones, vivienda, etc.

YA ESTÁ BIEN
No podemos seguir contemplando impasibles como la única solución para la crisis son los recortes de prestaciones sociales y la reducción del gasto público. Es preferible mantener ayudas para que los particulares no pierdan su capacidad de consumir, que permitir que la sociedad se empobrezca hasta que no exista actividad económica alguna.
No podemos consentir que se consideren gastos, partidas que en realidad son inversiones sociales. Es preferible asumir un mayor déficit que estrangular las economías familiares y de la pequeña empresa sin las que no hay solución a la crisis.
No podemos dejar de recordar que existen partidas presupuestarias que se deben recortar o suprimir: subvenciones millonarias a Partidos Políticos, Sindicatos, Asociaciones Empresariales. Es preferible dejar que los partidos políticos se autofinancien a tener que recortar horas de enseñanza a nuestros hijos.
No podemos olvidar que el estado de las autonomías es responsable de gran parte del déficit por haber sobredimensionado la administración y que además es un permanente generador de gastos inútiles y de groseros casos de corrupción. Es preferible eliminar embajadas autonómicas en el extranjero que recortar la sanidad.
No podemos permitir que la sociedad mire hacia otro lado mientras la crisis financiera sigue beneficiando a los bancos que son los primeros responsables de su llegada. Es preferible someter a los bancos al control estatal que seguir dándoles fondos y más fondos que terminan utilizando para seguir especulando.
No podemos depender de los dictados de las agencias de calificación, exclusivamente interesadas más en optimizar los beneficios de sus patrocinadores y ajenas al reto de hacer viable un mundo donde las personas puedan ganarse la vida con justicia y dignidad. Es preferible dejar de prestar oídos a las agencias de rating, que permitir que las opiniones de cuatro especuladores puedan afectar a economías nacionales y de empresas hasta llevarles a la misma quiebra.

UN ATAQUE ANTIDEMOCRÁTICO
Nadie ha elegido a las entidades financieras, empresas y organismos que nos imponen recortes y dilapidan el patrimonio social de todos los españoles. Ningún español ha sido consultado sobre la conveniencia o no de modificar la Constitución para satisfacer a los mercados. Sin embargo, estos poderes tienen capacidad para modificar la legislación, imponer sacrificios y modular la acción del Gobierno a su antojo.
España no es hoy un país verdaderamente democrático. Nuestra Nación no disfruta de soberanía económica, los ciudadanos son rehenes en manos de las entidades financieras y la gestión de las empresas en las que desarrollan su trabajo les está vetada. Los falangistas defendemos inequívocamente la democracia, tanto política como económica y creemos que cuando tanto se reprime nuestra capacidad de tomar decisiones debemos poner en práctica el recurso legal a la DEFENSA SOCIAL.

TENEMOS DERECHO A DEFENDERNOS
La sociedad tiene derecho a defenderse. No nos resignamos a perder nuestros derechos. No vamos a asistir impasibles al desmantelamiento del Estado del bienestar. Nos negamos a ser meros espectadores en la demolición de los servicios públicos. Queremos participar en la toma de las decisiones que tanto nos afectan.
Los beneficiarios de este proceso pretenden anestesiarnos para que aceptemos sin protesta. Nosotros preferimos alzar la voz, organizar la defensa social, identificar a los responsables últimos del ataque y ofrecer soluciones audaces, imaginativas y justas.

NO QUEREMOS OLVIDAR
Que hay responsables de la crisis. Que los hay por acción y por omisión. Nos proponemos identificarlos. Es necesario que el pueblo conozca a quienes representan para él una amenaza. Que seamos capaces de poner nombre y apellidos a quienes se esconden tras siglas y nombres comerciales. Es hora de exigirles responsabilidades. Que den la cara.
Recordemos siempre que los culpables, entidades financieras, grandes corporaciones lobbies políticos, dirigentes globales y políticos locales, siguen manteniendo estándares de vida altísimos, mientras las víctimas de sus acciones avariciosas y de su especulación, se desangran y todavía se ven obligados a pagar los platos rotos de la crisis.
No debemos dejar de señalar con el dedo a los culpables, buscarlos donde estén y decirles a la cara que sabemos que son ellos los que han decidido:
Que el mundo entero y la vida de sus habitantes dependa de los mercados
Que los objetivos económicos se hayan convertido en algo abstracto sin tener en cuenta las necesidades de las personas.
Que se valoren más las apreciaciones de los analistas bursátiles que las necesidades expresadas, a veces a gritos desesperados, por las personas afectadas por esta crisis
Que las personas sean solo datos estadísticos aparentemente carentes de necesidades y anhelos
Y son ellos los responsables:
Del despilfarro publico dedicado al propio enriquecimiento
Del desvío de fondos públicos a finalidades sectarias en partidos políticos sindicatos y demás entidades subvencionadas por el Estado
De la suspensión del necesario crédito para el mantenimiento de la actividad económica
Del hundimiento de nuestra economía a nivel empresarial y familiar
De permitir que el paro crezca hasta convertir nuestra sociedad en una gran residencia de jubilados forzosos, involuntarios  expulsados de la vida útil y empujados a la desesperación, cuando no a la pobreza.

SOLUCIONES
También somos conscientes de que la rebelión y el señalar a los culpables no serán suficientes para superar este bache que cada día se está haciendo más profundo. Hemos de buscar soluciones. No podemos permitirnos el lujo de no pensar. No podemos dejar de buscar una salida y proponer acciones y soluciones que nos procuren un futuro mejor, más justo y más humano.
Somos falangistas, nuestra permanente aspiración a conseguir que la justicia social sea un bien universal, ha apuntado siempre hacia un modelo de economía sindicalista. Un nuevo marco de relaciones socioeconómicas que permita la autogestión de los trabajadores organizados en sindicatos. Que estos sindicatos, además de ser los auténticos poseedores de los medios de producción, se erijan en entidades directamente integradas en el Estado. Entidades desde las que se ejerza la democracia económica que nunca ha sido capaz de ofrecer el liberalismo. El liberalismo, como la ley de la selva, la ley del más fuerte, poco sabe de democracia.
Queremos que se reconozca el fracaso del capitalismo de cuya verdadera naturaleza estamos teniendo estos años una muestra clara. Solo este reconocimiento podrá situarnos en condiciones para encaminarnos hacia un futuro diferente y mejor. Un futuro de superación de las darwinianas leyes del mercado, que nos han sido impuestas como única brújula de nuestra existencia, por los que medran a su amparo.
Siempre hemos defendido que hay que buscar un sistema de crédito diferente del modelo de banca privada. Los bancos han de ser considerados un bien público y sus objetivos deben ser sociales y basados en las decisiones democráticas colectivas. Nuestra propuesta es la banca sindical. Un sistema que promueva la puesta a disposición de los recursos financieros para el cumplimiento de los fines económicos del pueblo, representado por los sindicatos. El control de crédito por los sindicatos, conformados democráticamente desde su base en las empresas colectivas, hasta su cúspide en el mismo poder legislativo de la nación, es nuestra solución para la crisis financiera. Una apuesta fuerte y sin duda atrevida. Necesaria.

OTRA VEZ QUIEREN ENGAÑARNOS
Buena parte de los recortes que estamos sufriendo nos los presentan como inevitables. “No hay más remedio, es lo que toca”. Como si de un fenómeno atmosférico se tratase y no de decisiones susceptibles de ser criticadas.
Claro que son necesarios los recortes. Ya lo hemos dicho. Recortes en los privilegios de los partidos políticos. Recortes en los despilfarros de la administración. Pero hace falta más y ahora es el momento de reclamarlo

LO QUE TU NECESITAS, LO QUE NECESITA ESPAÑA
DEFENSA SOCIAL
A LA QUE TENEMOS DERECHO

SEÑALAR A LOS CULPABLES
PARA QUE NO QUEDEN IMPUNES

PROPONER SOLUCIONES
PARA QUE TRIUNFE LA JUSTICIA SOCIAL Y LA DEMOCRACIA ECONOMICA, SOBRE EL CAPITAL Y LA ESPECULACIÓN

martes, 3 de abril de 2012

Me sabe a humo


Apuré la taza de café –si a un descafeinado con sacarina se le puede llamar café- y le di una fuerte calada al cigarro; me acomodé en la silla, doblé el periódico y le hice un gesto al camarero pidiéndole la cuenta.

Acabada su jornada laboral, el sol se batía en retirada y en la terraza del bar ya empezaba a refrescar.

Pagué la consumición, me levanté -mientras me desperezaba disimuladamente- y cogí la cazadora vaquera del respaldo de la silla. 

Todavía no me había puesto la cazadora, cuando de repente, como salida de la nada, se plantó frente a mí Sofía. Con una sonrisa exagerada y con los brazos en jarra, dibujó una serie de muecas inenarrables y a modo de saludo vomitó mi nombre con inusitada estridencia, generosa en decibelios: ¡¡¡Juan Carlooooooooos!!!

Fingí alegría y levantando las cejas le devolví el saludo, mientras dejaba caer su nombre de mis labios.

Inmediatamente y como un acto reflejo, me encendí otro cigarro, recreándome en cada movimiento. Expulsé, con insolente violencia, el humo de la primera calada hacia un lado, para evitar a Sofía. Ella me miró fijamente a los ojos y luego al pitillo, y con un carraspeo nervioso comenzó su perorata:

¿Sabes cuáles son los efectos a corto plazo?

Ni lo sé, ni me importa –pensé para mí-, dando la callada por respuesta, mientras mis ojos se iban detrás del sinuoso bamboleo de unas caderas, cuya dueña esgrimía con sensual descaro.

Sofía siguió, como si a mí me interesara el asunto, dándole a la voz un tono bastante molesto de reprimenda:

Cuando una persona fuma un cigarrillo, el cuerpo responde inmediatamente a la nicotina contenida en el humo. La nicotina causa a corto plazo un aumento de la presión arterial, frecuencia cardíaca, y el flujo de sangre desde el corazón. También provoca que las arterias se estrechen. El monóxido de carbono reduce la cantidad de oxígeno que la sangre puede llevar. Esto, combinado con los efectos producidos por la nicotina, crea un desequilibrio en la demanda de oxígeno por las células y la cantidad de oxígeno que la sangre es capaz de transportar.

Paró un segundo, se quitó las gafas, las miró a contraluz, se las volvió a poner y prosiguió, elevando, para mi desesperación, el tono de su voz:

¿Y si sigues fumando,  sabes cuáles son sus efectos a largo plazo?

Recordé la voluptuosa cadencia de aquellas gloriosas caderas, cerré los ojos un momento, le di la última calada al pitillo y sin solución de continuidad me encendí otro.

Sofía frunció el ceño y sin importarle mi desdeñoso silencio continuó el sermón:
           
Actualmente es bien sabido por todos que fumar puede causar enfermedades de pulmón crónicas, enfermedades coronarias y derrames cerebrales, así como cáncer de pulmón, laringe, esófago, boca y vejiga. Además, el consumo de tabaco contribuye al cáncer de páncreas y riñones. Los investigadores han identificado más de 40 sustancias químicas en el humo del tabaco que causan cáncer en los seres humanos y animales. Los efectos perjudiciales del tabaquismo no terminan con el fumador. La salud de los no fumadores se ve afectada por el humo del tabaco ambiental. La exposición al humo del tabaco tanto a adultos como a niños, que pueden sufrir enfermedades respiratorias o infecciones de las vías respiratorias. La evidencia también indica que la exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de enfermedad coronaria.

Yo ya estaba perdiendo la paciencia, aunque no así las ganas de fumar, pero Sofía no me daba tregua:
           
20 minutos después de dejar de fumar, tu presión sanguínea disminuye, tu pulso baja y la temperatura de la sangre en tus manos y pies ha aumentado. 2 horas después de dejar de fumar, se ha reducido la nicotina en tu sistema. 8 horas después de dejar de fumar, el nivel de monóxido de carbono en tu sangre disminuye y el oxígeno aumenta al nivel normal de un no-fumador. Esta es una de las mejores ventajas de dejar de fumar, debido a que el monóxido de carbono afecta a tus músculos, cerebro y los tejidos. A las 24 horas, tus probabilidades de un ataque al corazón ya han disminuido. A las 48 horas tu sentido del olfato ha mejorado y tu paladar cobra vida de nuevo. Pasados de 2 a 4 días, todos los restos de nicotina han desaparecido de tu cuerpo. Eso significa que no hay una sustancia adictiva física en su cerebro. Entre 2 y 9 semanas después, tu circulación mejorará, el ejercicio no será tan agotador y tu capacidad pulmonar aumentará. Después de 3 meses, mejora tu fertilidad, ya que aumenta la calidad y la densidad de los espermatozoides….

De sopetón, con el dedo índice de mi mano derecha sellé sus labios, con impertinente delicadeza y me despedí bruscamente:

¡Ya está bien de comerme la cabeza! ¡Me voy!

Le di la espalda y comencé a caminar a grandes zancadas, mientras estrujaba con una mano la cajetilla de tabaco y con la otra me encendía el penúltimo pitillo del día

No me había alejado ni diez metros de allí, cuando el chirriar de unos frenos y un golpe seco y metálico, con aliño de cristales rotos me sobresaltó.

Me di la vuelta de inmediato y me quedé petrificado. Allí estaba Sofía, en mitad de la calle, de bruces, inmóvil, en un charco de sangre… 

Y a unos veinte metros, sobre el paso de peatones, una furgoneta destartalada, con la luna delantera destrozada, el parachoques besando el suelo y una abolladura en el morro rotunda y siniestra…

En el Radio-CD de la furgoneta sonaba en ese momento un viejo éxito de Los Chunguitos: “me sabe a humo, me sabe a humo, los cigarritos que yo me fumo…”

Autor: J.A. Gillan