Te encierras en tu habitación, te aíslas del mundo exterior, mil conciertos en tu imaginación, adrenalina y mucho sudor.
Conciertos en tu habitación, tú eres el único espectador.
Naufragas en un mar de watios, quieres ahogar tu frustración, olvidas los problemas cotidianos, ahora tu mundo es una canción.
Conciertos en tu habitación, tú eres el único espectador.
Guitarras encendidas queman tus manos, guitarras que sólo existen en tu imaginación.
Conciertos en tu habitación, tú eres el único espectador.
Hirviendo está tu sangre, incandescente el corazón, la realidad se difumina, suena con fuerza otra canción.
Conciertos en tu habitación, tú eres el único espectador.
Esta letra surgió como fruto de mi colaboración con Agustín Ahís, que la interpretó con varios de sus grupos (Midas, Midas Rex, Cábala) y en diferentes versiones. Aquí os dejo una maqueta que Agustín grabó con Midas, con escasos medios. Esta fue la primera versión de la canción... hace mucho, mucho tiempo de eso...
Como mar embravecida golpea su corazón el recuerdo de su amada delirante obsesión.
Como viento huracanado que se lleva su cordura la razón de su locura la fuente de su dolor.
Ahoga en alcohol sus penas de amor llenando el vacío que ella le dejó.
Perdido el rumbo y sin dirección entre las cejas un oasis salvador.
La botella... sólo le queda la botella da igual si medio vacía no importa si medio llena. La botella... es el rey de la botella da igual si medio vacía no importa si medio llena. La botella... es el rey de la botella ahora que ya no está ella es todo lo que le queda.
Desde el fondo del abismo donde no llega el turismo donde nada importa nada porque todo da lo mismo.
Desde no importa que sitio al borde del precipicio donde los sueños se mueren porque todo da lo mismo.
Sin trabajo sin amigos sin futuro sin camino. Sin salud sin ilusión sin dudarlo... con alcohol.
Sin móvil sin internet sin hogar sin solución. Sin credo sin religión sin dudarlo... con alcohol.
Solo en un rincón, parece triste. Tiene destrozado el corazón. Si no se queja es por despiste. Siempre entonando la misma canción.
Siempre con problemas, un duro caminar. Golpe tras golpe, difícil situación. Es buena vacuna, que puede inmunizar. Ser punto y aparte, y siempre la excepción.
Nadie me hace caso, es el estribillo. Tiene algo que no tiene explicación. Cada maestrillo tiene su librillo. Y éste le funciona a la perfección.
Ayer también trabajó la diestra. Ya tengo callos, no veo solución. Iremos juntos a buscar dos piedras. Me decía un cisne desde su rincón.
En sus manos la daga que me hirió de muerte. Pero no me importa... le deseo mucha suerte.