Por la noche, aturdido,
hoy he vuelto a despertar;
un dolor en el costado
no me deja descansar.
Estoy bastante deprimido
y no dejo de sangrar,
un puñal tengo clavado,
no lo puedo soportar.
La ilusión de tenerte se ha clavado en mí,
la ilusión de tenerte no me deja vivir.
Maldigo el día en que te conocí,
porque te quiero y no eres para mí.
Quiero dejar de ser un arlequín,
un buen amigo, que te hace sonreir.
Bendigo el día en que te conocí,
porque te quiero, aunque no seas para mí.
No dejaré de ser un arlequín,
un buen amigo, si eso te hace sonreir.
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