Esperanza Aguirre liberaliza los horarios comerciales en Madrid. La patronal CEOE pretende trasladar las fiestas -la mayoría de ellas cristianas- a los lunes para evitar puentes (que los eviten trabajando en el día intermedio y en paz) y ahora el ministro, de Trabajo y sindicalista Valeriano Gómez, apoya la moción, con lo que me temo que se perpetrará el asunto.
Tanto una medida como otra benefician a la gran empresa frente a la pequeña. Todo muy liberalizador y todo muy esclavizante, todo encaminado a apoyar al grande frente al pequeño.
Al mismo tiempo, Bruselas afronta la liberalización de la política agraria común, Distingamos: si se trata de que Bruselas deje de pagar por no producir, entonces estoy de acuerdo. Pero no, se trata de obligar mediante el grifo de los precios regulados a los pequeños propietarios agrarios a agruparse y a ponerse en manos de los grandes intermediarios y de los grandes distribuidores. La reforma comunitaria pretende cargarse la pequeña explotación familiar agraria.
Es decir que bajo la bandera de la liberalización estamos creando el estado servil, aquel donde no hay propietarios, sino proletarios. Desaparecen el pequeño agricultor, desaparece el pequeño comercio, el autónomo y el profesional. Desaparecen porque todo está montado: calendario laboral, horario, canales de distribución, mundo agrario y siga usted contando de grandes estructuras. Públicas o privadas que eso no importa. Recordemos a Chesterton: ¿Qué más me da que todas las tierras del condado sean propiedad del Estado o del Duque de Sutherland? El caso es que no están repartidas entre pequeños propietarios.
Pero todo ello, claro está, lo hacemos en nombre de la liberalización.
La Rerum Novarum de León XIII ya dejó claro que el mejor sistema económico es aquel en que imperan los propietarios -pequeños propietarios- y no los proletarios. La razón es muy sencilla: el propietario es libre.
eulogio@hispanidad.com
1 comentario:
si ho diu la ESPE no pot ser bó...
abajo la esclavitud !
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