Los dos éramos jóvenes. Tus manos
tan blancas, tan menudas, tan suaves,
eran cual blancas alas de las aves
prestas para volar a los arcanos
mundos de la ilusión, siempre lejanos.
Pasaron muchos años, bien lo sabes.
Los días y el trabajo hicieron graves
estragos al dañar tus tiernas manos.
Mas, ¿qué importa? Tus dedos deformados
son prueba de tu entrega generosa
cuidando a tu familia con constancia.
Tus hijos han crecido bien criados.
Tus manos, a mis ojos, son, mi esposa,
dechado de hermosura y elegancia.
Jaime Castelló Pallarés
(Primer premio de Poesía del Certamen del Consejo Local de Gente Mayor de Castellón).
Jaime y Antonia son mis padres. Con este vídeo les rindo homenaje de amor filial.
1 comentario:
Bonico homenatge als teus pares. Genes heredats de ton pare, poeta premiat i tot ! Virtuosisme en molts aspectes.
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