Goyo nació un Febrero de 1973, en un pueblecito de Toledo (España) en
una familia católica humilde y con un gran sentido artístico. Su madre
pronto descubrió su gusto por la musica y le regaló su primera guitarra a
los 8 años.
A los 11 años ingresó en el seminario siguiendo la llamada de Dios
al sacerdocio, donde formó parte del coro rápidamente y no paró de
cantar para Dios desde entonces.
Pronto empezó a componer canciones y a
estudiar música.
"Yo creo que mis caminos de fe y música empezaron al mismo
tiempo. Nací en una familia muy católica practicante y desde pequeñito
empecé a cantar y a rezar al mismo tiempo. A los once años ingresé en el
seminario de Toledo y lo primero que me compró mi madre fue una
guitarra. Recuerdo que fue muy emocionante orar cantando. Era como que
Dios me escuchaba mejor. Para un niño de 11 años eso era algo mágico.
Sólo sabía orar cuando cantaba… y así ha sido siempre, mi Fe y mi música
para Dios desde el principio.
Recuerdo que cuando hice la primera comunión canté un par de canciones
en el coro de mi pueblo, y fue algo que me llenó el corazón de alegría.
Era como darle la bienvenida a Jesús en mi vida cantándole. Desde ese
momento sabía que debería comunicarme con mi nuevo amigo cantando."
Abandonó el seminario después de 6 años y aunque no continuó los
estudios al sacerdocio, se dedicó a la evangelización siempre con la
música.
"La música es una oración que contagia la alegría de Dios y lleva
el espíritu a una comunicación con Dios."
Inició una nueva aventura en Valladolid, en el Norte de España, en
el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús. Junto con otros tres
jóvenes y un sacerdote (Paco Cerro) dirigieron oraciones con jóvenes,
ejercicios espirituales y siempre con su guitarra cantando para miles de
jóvenes en diferentes jornadas juveniles y campamentos.
Con el tiempo, siguió por los caminos de la enseñanza como maestro y
así acabó en Los Angeles, California.
Los Angeles se convirtió en su segundo hogar y esta ciudad
desangelada a veces, hizo que Goyo cambiara de vida. Los primero años en
esta ciudad fueron de un abandono espiritual y de Dios dejándose llevar
por el materialismo y la vida fácil.
A pesar de todo, nunca abandonó la
oración por las noches a María quien le llevó de vuelta a los pies de
Cristo.
" Recuerdo que en mis primeros años viviendo en Los Angeles me dejé
llevar por completo por el materialismo de esta ciudad consumista. Es
una ciudad donde se pueden conseguir muchas cosas muy fácilmente. Es el
sueño de Hollywood. Al mismo tiempo es una ciudad muy solitaria y lo
único que me motivaba era el trabajo. Sin saber por qué abandoné a Dios
por completo...pero El que me conoce bien, vino en mi búsqueda, y me
dejé atrapar."
Un día, paseando por al ciudad, sintió una soledad muy profunda por
primera vez. Era la soledad de haber abandonado a Dios. Volvió a casa,
encendió el televisor y lo primero que vió fue a Juan Pablo II que
gritaba: NO TENGAIS MIEDO! Era el momento en que Juan Pablo II murió y
pasaban un reportaje. En ese momento, Goyo empezó a orar de la mejor
manera que sabía: Cantando. Y así empezó a nacer este CD que no es otra
cosa que una vuelta a Dios.
"Cuando Juan Pablo II murió creo que lloré durante tres
días seguidos y no sabía si estaba triste o simplemente emocionado por
tener a un nuevo intercesor en el cielo. Lo único que podía oir en mi
corazón era “NO TENGAS MIEDO, es hora de comenzar un nuevo camino de
evangelización con lo que te gusta más: La música”… y así empecé a
escribir mi música.
Nunca tuve la oportunidad de conocerle personalmente, pero no hizo
falta. Su grito de NO TENGAS MIEDO fue suficiente para ponerme en marcha
y espero seguir adelante."
Así decidió que era el momento adecuado para NO TENER MIEDO más y
ponerse a grabar su primer CD titulado: NO TENGAS MIEDO.