“No es una película revanchista, sino un
largometraje que habla sobre al Amor a Dios y el perdón”. Con esas
palabras presentaba Juan Carlos Sánchez, el asesor religioso de Un Dios prohibido, el filme que recuerda el martirio de 51 claretianos ocurrido en Barbastro a comienzos de la Guerra Civil Española.
Un Dios prohibido, dirigida por el joven cineasta Pablo Moreno, narra de forma fiel, humana y ponderada los trágicos acontecimientos ocurridos en el verano de 1936 en la localidad oscense de Barbastro
que desembocaron en una de las muchas barbaries cometidas en la Guerra
Civil Española de “martirio por la fe”. En esta ocasión, las últimas
semanas de la comunidad claretiana de esa población, entre cuyos
miembros se encontraban dos decenas de jóvenes seminaristas. Todos ellos
fueron encarcelados por un Comité revolucionario de la CNT cuyos
líderes, llenos de resentimiento, emplearon el siguiente argumento para
ajusticiarlos: “No os matamos porque hayáis hecho nada malo sino por lo que representáis”.
De gran calidad en sus diálogos, y con una tensión dramática que se mantiene hasta el final, Un Dios prohibido es un magnífico retrato de los mártires de Barbastro, beatificados por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.
La película podrá verse a mediados de junio en tan sólo 26 salas de cine de toda España,
tan sólo una buena respuesta del público puede lograr que se exhiba en
más lugares. Merece la pena que vayan pasando el mensaje.
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